Mª Teresa Lozano López.
Vivimos a golpe de emociones en una aventura interior constante: “En su vieja maleta ya no cabían / más distancias ni silencios. /Era un hombre de paz, / más seguía coleccionando heridas”. Ligera de equipaje nos adentra en olores con sabor a infancia, a tardes en la quietud de los fogones, amasando con la madre la paz de los sueños. Y nos conduce por la primavera del amor hasta ese refugio que un día soñamos para pasar el invierno.