LAS ESTACIONES QUE SANCHO CONTEMPLÓ, de Luis Díaz-Cacho Campillo

LAS ESTACIONES QUE SANCHO CONTEMPLÓ, de Luis Díaz-Cacho Campillo

OTOÑO

 

Esbozo de un pintor ilusionado

que mezcla el colorido en la paleta,

desciende ya la tarde en la cuneta

plasmando su color anaranjado.

 

Y brilla el horizonte sombreado

tornando el colorido hacia el violeta.

¡Yo nunca vi tan bella la meseta

como ahora que es otoño en el tejado!

 

El verde de las hojas se entristece

y juega con el aire que las mece

queriendo detenerlas en el suelo.

 

Expresa la llanura lo que siente,

las tardes con el sol en el poniente

revelan los matices de este cielo.

 

INVIERNO

 

Tirita el frío de la noche rasa

la tierra seca de los campos planos,

la tierra nuestra de pedazos llanos

tirita el frío cuando no se abrasa.

 

Tirita el frío de la niebla. Gasa

ebúrnea que me abraza en los rellanos

de la vida que supera altozanos

al pasar sobre mí como ahora pasa.

 

La Mancha despereza en la blancura

de escarcha que atenaza la figura

y viene a definir esta meseta.

 

Me gusta la rudeza de estas tierras,

llanuras matizadas por las sierras

que mezclan colorido en la paleta.

 

 

PRIMAVERA

 

Revive la llanura en su semilla

y brotan ya los trigos esparcidos

por manos de labriegos convencidos

de ver rodar a julio con su trilla.

 

Los campos se han trocado de Castilla

en mantos de esperanza enverdecidos,

los tallos de la vid están tendidos

secándose al sol para la gavilla.

 

Es verde primavera en la llanura,

en tanto que las cales dan blancura

al pueblo que ha hibernado con el hielo.

 

La tierra despereza con los soles

y elevan colorido amapoles

en ansias de escaparse de este cielo.

 

VERANO

 

Alados ruiseñores de la tarde

que esconden sus cantares en penumbra,

de lejos a los oscuro se vislumbra

el brillo de las alas que ahora arde.

 

Y buscan ya las aves el resguarde

del fuego que en lo alto las alumbra,

a ciegas, escondiéndose en la umbra,

aguardan que el sofoco se retarde.

 

Los ecos de la brisa se hacen fuego,

en tanto que un calor muy veraniego

sofoca sus asfixias en la siesta.

 

Y viene a descender desde su altura

el sol en lentitud en la llanura,

en tanto que la noche suena a orquesta.

 

 

Del libro: Paisajes literarios de Castilla-La Mancha   editado en 2016.

Asociación de Escritores de Castilla-La Mancha