MARIBEL FÉLIX MEDINA
Maribel Félix Medina, poeta toledana que salió de Seseña Nuevo como quien sale de un taxi, es un torbellino de palabras que hizo de Yepes su cuartel poético hasta que se marchó a la vieja Soria. Ella paró el motor para crear poesía. Ahora el mundo cuenta con varios poemarios que tiene bajo el brazo, entre ellos: Segundas Galerías, Heredarás, heredarás y El abrazo de la tierra, más un puñado de libros infantiles como Nieve o La biblioteca de Constia. Esta mujer ha convertido la rutina de un pueblo en una sinfonía de versos que te abrazan como una manta en invierno. ” ¡ La tierra me habla!”, dice, y uno imagina a los campos de Castilla susurrándole rimas mientras ella toma notas entre curva y curva. Una poeta que está ganando premios como quien recoge tomates – el Villa de Madrid, el Siempre Poesía, el Pasión por crear, otorgado por la biblioteca de Castilla la Mancha, y un montón de antologías que van de Madrid a Paraguay-. Comparte escenario con titanes como Jacobo Rauskin, que la aplaude como si fuera una rockstar de la lírica.
Sus poemas son un canto a la vida, a la naturaleza y al alma, pero no te engañes: detrás de esa sensibilidad hay una ” tía” dura que escribió El abrazo de la tierra en plena pandemia, cuando el resto estábamos peleándonos con el papel higiénico.
Maribel, con su aire de ” yo sólo miro el paisaje” ha conquistado festivales, revistas y hasta las redes sociales, donde sus seguidores la veneran como a una diosa rural. ” Mi poesía es para el corazón” ,dice, y mientras lo lees te pincha el alma y te deja pensando. Con ” No se puede amar a un animal herido”, o con su último libro ” Pájaro azul perdido” sigue dándole caña a la desesperanza con versos que son como un café fuerte : te despiertan, aunque no quieras.